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La ansiedad es una respuesta natural de nuestro cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes o estresantes. El problema aparece cuando esta reacción se activa con demasiada frecuencia o intensidad, afectando a nuestro bienestar, sueño, concentración y relaciones. Muchas personas piensan que necesitan grandes cambios para manejarla, pero en realidad, incorporar pequeños hábitos diarios puede marcar una diferencia notable.
A continuación te comparto 5 micro-hábitos que puedes aplicar en cualquier momento y lugar para calmar la ansiedad en menos de dos minutos. No requieren herramientas, ni un espacio especial, y puedes integrarlos fácilmente en tu rutina diaria.
La respiración consciente es una de las formas más rápidas de calmar el sistema nervioso.
El cuerpo acumula tensión cuando estamos ansiosos, incluso sin que nos demos cuenta.
Cuando la mente se llena de pensamientos acelerados, volver al presente a través de los sentidos puede ser muy efectivo.
La ansiedad genera acumulación de energía en el cuerpo. Un movimiento breve puede ayudar a liberarla.
Nuestro diálogo interno influye mucho en cómo nos sentimos.
No es necesario esperar a sentir un ataque de ansiedad para practicar estos micro-hábitos. Usarlos de forma preventiva, varias veces al día, puede reducir la intensidad y la frecuencia de los episodios ansiosos.
Puedes combinarlos: por ejemplo, hacer 2 minutos de respiración 4-4-4 mientras sostienes una taza caliente (anclaje sensorial) y repites tu frase de calma.
Recuerda: si la ansiedad persiste o interfiere de forma importante en tu vida, es recomendable buscar ayuda profesional para abordarla de manera integral.